Se acabó.
Me cansé de esperar y de trajinar tanto para conseguir mi barco al oeste. Las cosas tienen un límite y YA. No puedo estar más tiempo aquí, quiero continuar!
Las compañías de cruceros me confirman que no me dejan hacer la jugada barata. Barcos privados no hay porque es temporada de huracanes y si hay alguno me ven cara de querer llevar ganja (maría) a Méjico… o eso me pareció cuando un alemán jubilado me denegaba educadamente la opción de subir a su barco del CLUB mirándome como si no fuera del CLUB.
Así de últimas encuentro una conexión relativamente barata, si, desgraciadamente VOLAR, de un día para el siguiente, pero es a Belize. He de pasar por Playa, Méjico, una última vez a recoger mis cosas no-pensadas-para-las-islas-caribeñas. Un sube y baja hasta allí… pero, qué coño! Belize? SEA! Nada malo puede salir de Belize.
Ah! Pero el vuelo tiene una pequeña escala de 16 horas en MIAMI. ¿Noche en banco de aeropuerto? Ya veremos.
Aunque luego pienso, mira, ni tan mal, me acerco un momento, le doy a Enrique Iglesias el tortazo que nunca le dio su padre, y le pongo voz de hombre.
Y me vuelvo corriendo al aeropuerto.
* * *