Es la humildad e inocencia de los niños lo que les permite aprender.
Aprendemos los adultos?
Es la humildad e inocencia de los niños lo que les permite aprender.
Aprendemos los adultos?
Esto es una zona llena de atractivos como ruinas mayas, actividades chulas, montañismo, junglas, playas y ríos. Desde Belice mismo había una gran oferta de tours a ciertas ruinas y la gente empezaba a hablarme de Tikal por todas partes. Ví que era necesario dejar visto tal complejo maya ahora por proximidad y me fui a dedo al oeste, a un pueblo llamado San Ignacio.
San Ignacio
Hoy he estado en un embarcadero de un lago.
¿A qué edad dejas de hacer el mortal hacia atrás?
Este cayo de Belize era también unbelizeable.
Siguiendo las recomendaciones de la persona de turno que debes conocer y escuchar, yo y Sebastiano, un buen amigo mejicano que se cruzó en el camino y con el que hice un gran equipo, nos fuimos a verlo.
Caye Caulker, Belize
Esta mágica isla está llena de cochecitos de golf que los locales usan para moverse, bicis clónicas pero con un interesante diseño moderno y ruedas anchas, muchas casas de madera que dan color y ganas de quedarse en cualquiera de ellas, y un montón de pescadores que ofertan frescura.
En Belice, me encontraba, una vez más, recién llegado a un país desconocido, sin dinero, referencias, alojamiento, idea de dónde ir ó qué tipo de cambio tienen. O qué idioma hablan. Ésta vez con menos idea que nunca ya que fue un desvío inesperado.
Pero son cosas que se cogen en el aeropuerto y ya. Para que no me ocurriera lo mismo que en Jamaica, les pregunte a una familia de holandeses si podían darme la dirección de su hotel para ponerla en inmigración, y me dejaron ver en su guía una lista de hostales: apunté los más baratos.
Cada vez que me llevo algo a la boca sin tenedor, he de poner en práctica una nueva técnica desconocida para mí de separación oral, de pelos de bigote y bolo alimentício.
Que no me afeito, coño.
Me mola cuando un perro se me junta en el camino y me sigue a todas partes. Me obedecen, son fieles por un día. Están ahí hasta que me meto mucho rato en un local, o hasta que debo alejarles porque sé que será peor después, peligroso para ellos, triste para mí.
Pero jugamos a que yo era su dueño y ellos mi perro, y nos lo creemos un ratito. Así, mi ansia por tener un perro pero bien tenido (no en un piso) se calma.
A este, que me recibió muy bien en Belice, le llamé BUMP.
Se acabó.
Me cansé de esperar y de trajinar tanto para conseguir mi barco al oeste. Las cosas tienen un límite y YA. No puedo estar más tiempo aquí, quiero continuar!
Las compañías de cruceros me confirman que no me dejan hacer la jugada barata. Barcos privados no hay porque es temporada de huracanes y si hay alguno me ven cara de querer llevar ganja (maría) a Méjico… o eso me pareció cuando un alemán jubilado me denegaba educadamente la opción de subir a su barco del CLUB mirándome como si no fuera del CLUB.
Así de últimas encuentro una conexión relativamente barata, si, desgraciadamente VOLAR, de un día para el siguiente, pero es a Belize. He de pasar por Playa, Méjico, una última vez a recoger mis cosas no-pensadas-para-las-islas-caribeñas. Un sube y baja hasta allí… pero, qué coño! Belize? SEA! Nada malo puede salir de Belize.
Ah! Pero el vuelo tiene una pequeña escala de 16 horas en MIAMI. ¿Noche en banco de aeropuerto? Ya veremos.
Aunque luego pienso, mira, ni tan mal, me acerco un momento, le doy a Enrique Iglesias el tortazo que nunca le dio su padre, y le pongo voz de hombre.
Y me vuelvo corriendo al aeropuerto.
* * *