El malecÓn y miradas a la calle

Algún día, después de desayunar con Mercedes y Amando, me iba al malecón, que quedaba ahí en frente.

El malecón es la larga avenida de piedra que da al mar en Centro Habana. No es agradable para que la gente se bañe, pero es lo único que tienen allí. Las playas más cercanas son malas y están lejos…

Se accede con un salto importante al muro y cayendo en una estructura de hormigón muy pinchuda para pisar.

Sigue leyendo

Yanaisa

Estuve en una casa particular de la Habana, en el barrio de Plaza Revolución, en la que vivían unas chicas muy agradables.

La primera noche me quedé hablando con Yanaisa largas horas. Ella y otra compañera tienen una banda de música y estuvieron una vez por el País Vasco haciendo bolos, fue probablemente su mejor momento.

Hoy pasan por una fase de paro musical triste pero tienen esperanzas. Ojalá pudieran tocar más a menudo e internacionalmente. En Habana tienen un concierto cada tanto pero lo que yo noté es que hay falta de motivación y bloqueo.

Me quedo con tristeza con el recuerdo de la impotencia de Yanaisa para seguir adelante con la música a pesar de la fuerza con la que cree en ella. No tienen posibilidades económicas, y hay falta de patrocinadores. Todos los consejos que yo le daba para promocionarse en internet no eran muy válidos, pues en el país no existe ésta tecnología.

También recuerdo cómo se juntaron todas en el suelo de la otra habitación para que yo pudiera dormir en la habitación y cama grandes. Cuando viene dinero, hay que agarrarlo cueste lo que cueste.

Tenían un tirador del water roto y se las veían putas para pagar uno nuevo. Esas cosas se pagan en CUC y son carísimas, decían.

Yanaisa acabó confesándome que le encantaría actuar en el extranjero ya que en Cuba no estaba funcionando, y que se le ocurría a veces vender la casa por un precio ridículo para poder intentar algo.

IMG_6493

IMG_6492

Cuando le decía que se lanzase al extranjero con esos ahorros sin remordimientos y trabajase de cualquier cosa mientras se estabilizaba e intentaba actuar en directo de vez en cuando, me decía que ella quiere estar en Cuba, a pesar de lo difícil que es su país para todo.

Éste lindo sentimiento patriótico era común en todos los cubanos. Muchos problemas, pero se quedan allí a lucharlo, y con orgullo.

Si queréis escuchar a Yanaisa con calidad, os fastidiáis tanto como yo en Cuba con mi grabadora. Allí no hay pilas duracell yankees buenas, sino pilas malas. Mi grabadora tenía 2 minutos de grabación con esas pilas. Lo pase muy mal viendo que mis grabaciones se cortaban, como la que intenté hacer cuando Yanaisa se lanzó a cantar maravillosamente un día en casa.

No obstante, me queda la prueba, de escasos segundos:

EDITO: Y Hurra! Encontré una grabación de teléfono que hice ante la impotencia de ver cómo mi grabadora no aguantaba… Contiene largos minutos de buena charla en su casa y de su voz en acción!

Si alguien esta interesado en ayudar a Yanaisa, que me contacte inmediatamente!

Nota sobre cubanos

21 junio 2013

Los cubanos son presumidos, les gusta mucho la ropa, pero está cara para ellos. Hay pocas cosas caras, como algunas cosas de comer, la gasolina y los productos que sólo se consiguen en moneda divisa o CUC (recambios, importaciones…). El otro día me dí cuenta de que odian mojarse: en cuanto caen dos gotas corren a refugiarse mientras yo camino tranquilo por el medio de la calle bajo sus atentas miradas.

Los vendedores de la Colosio

Ahorita ya sí!

El conjunto de vendedores de la Colosio es para hacer un post:

Algo de lo más interesante en este pobre barrio en el que vivo ahora en Playa del Carmen, es el sinfín de vendedores de cosas que pasan cada día por casa ofreciendo sus servicios de la manera más original… Una manera de contribuir a su propia subsistencia familiar pero con bastante humor. Agua, pan, fruta, las mil y una comidas cuyos nombres no podría enumerar, hierros o latas, helados, pasteles, gas… lo que sea por unos pesos! Pero lo grande es la manera de venderlos: con un micro en la boca canturreando una frase propia, con una grabación, una musiquilla pegajosa pero inconfundible, un canto a pelo para los que tienen buena voz, una bocina graciosa, una campanilla, y los más humildes simplemente dan palmas con las manos, pero claro: las palmas de uno no son las palmas del otro: el cliente ha de ser capaz de identificar el sonido de su vendedor favorito, y salir a comprarle además de hacer una labor social, y claro, platicar un rato.

09-IMG_590104-IMG_588807-IMG_5894

No sé si lo he dicho y seguro ya lo sabéis, pero los mejicanos tienen un GRAN sentido del humor.

Sigue leyendo