Que las religiones y sectas que estoy descubriendo en la verdadera tierra espiritual, India, consideren a Jesucristo un avatar más de Dios, y valoren su dogma o la Bíblia, pero los cristianos no consideren la sabia palabra de aquí, es como, y perdón por la deformación profesional, que Linux vea y monte las particiones de windows pero windows no vea las de Linux… y las oculte!
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Del budismo o del Gita, una conclusión
Por otro lado, el budismo, cuyo objetivo no es Dios sino una perfección, liberación, nirvana, o iluminación, dependiendo de la escuela, considera que todos somos potenciales Budas, o iluminados, incluídos los mosquitos y las sanguijuelas: en nuestro ciclo de vida y muerte pasamos por muchos seres diferentes y todos tienen derecho a iluminarse alguna vez al final de esa evolución, así que matarlos o interferir en su camino es pecado y cargará karma a tus espaldas del que tendrás que hacer cuentas en algún punto de tu existencia.
Por el no matar mismo, es lindo ver a la gente tener cuidado de no matar mosquitos. Yo les daba tregua meditando en el calor y el sudor. -Pero me he cargado unas sanguijuelas recientemente caminando en Sikkim, edito, que se llenaban de mi sangre muy gordas bajo mis calcetines, dejándolos para escurrir sangre. Mire perdone, pero hay cosas que…-
Otro colega le preguntó a Buda,
-Buda, ¿por qué debemos amar a todos por igual?
-Porque en las numerosas vidas de cada hombre, todos los otros seres han sido en algún momento amados para él.
Quería decir que en el pasado, presente o futuro, todos nos cruzamos con todos en algún punto, y cada persona podría ser un amigo en otro momento de tu existencia [existencia de tu alma, burro]. Y ojo que Buda, bobadas, no decía muchas. Sigue leyendo
Los ojos de un devoto no comen carne
26 julio 2016
Sigo evolucionando así entre los Hare Krishnas y su divina felicidad. Los mejores devotos que he conocido en el mundo son hasta ahora los krishnas. Después de pasar por ISKCON Guwahati e ISKCON Shillong más adelante, decidí que la pureza en sus ojos y en todas sus acciones, sus voluntades, su generosidad, era inigualable.
Tal vez los efectos del Maha Mantra, su vibración sonora y la práctica del Bhakti Yoga, el servicio amoroso a Dios, sean más fuertes de lo que creo. He visto que el último sutra del Vedanta Sutra dice: «Uno se libera por vibración sonora.» Lo que sí sé es que los efectos son visibles en los devotos a mi alrededor, así como en todos los jóvenes que decidieron unirse al movimiento en los 60 y 70 y que ahora están aquí -van saliendo- y tienen aquí a sus familias. Es una fé reveladora: incluso sin conocer los Vedas, muchos se mantienen puros y siempre siguen los 4 preceptos principales (que por cierto son casi iguales en el budismo):
No comer carne, huevos ni pescado.
No participar en juegos de azar.
No realizar vida sexual ilícita (me explican que esto es antes del matrimonio)
No consumir ningún tipo de intoxicantes, incluyendo tabaco, café y té negro.
El amor a las vacas en el hinduísmo quita totalmente las ganas de comer carne. Están por todas partes en India, en medio de las carreteras, y se las respeta como segundas madres. Tenerlas cerca abre los ojos a su ternura y a sus increíblemente bellos ojos, y uno no puede creer que se maten miles de ellas cada día en todas partes. En ISKCON hay un ‘goshala’ donde todas están y se puede ir a tocarlas y a darles el cariño que les debemos tras tanta matanza. De hecho, si uno va después de bañarse al atardecer y las toca, se purifica. Esto se convirtió en una de mis tareas preferidas en las cálidas tardes de Mayapur. Sigue leyendo
Lágrimas en el templo principal
Decidí esperar despierto hasta las 4.30am, la hora en que el templo abre sus puertas y comienza, la verdad, un espectáculo. De otra manera, no tengo medios para despertarme con alarma.
No sé qué clase de transformación sufrí al poco tiempo de entrar. Ya había cantos y ceremonias, pero recuerdo entrar tranquilo y cansado; me quedé junto a la masa visitante donde se me permitía y de pronto uno de los uniformados me agarra y me mete a través de los monjes devotos, por ser occidental supongo, y entré así en un espacio donde creía que no tenía que estar pero que me agarró del alma.
Hay una línea bastante delgada entre las dos actitudes que un occidental puede adoptar cuando se sumerje de golpe en una olla a presión de tradición india, donde la fé religiosa está en lo más alto de una escala en la que la fé europea está en lo más bajo.
Desde la ignorancia, se puede caminar por el templo siguiendo la corriente; sin entrar en alabanzas a cosas u objetos o deidades que uno jamás ha visto -como Jagannath-, llega súbitamente un juicio, una ridiculización automática a la actitud de una sociedad que, en el fondo de nuestra persona, tristemente, consideramos ignorante o enfermiza como mínimo, o desproporcionado, o un poco de locos. Uno no va a ponerse a luchar con la masa por llegar a tocar una vela, o que le caiga algo de agua sagrada, o por tirar unos pétalos a una deidad solo porque todos los demás lo hagan, pero sin saber realmente por qué.
También desde la ignorancia, pero con más ganas de acabar con ella, se puede, como segunda opción, entregar uno al vacío, olvidarse de quién es, de las miradas ajenas de que pueden hacer al ego sentirse ridículo y sobrecomportarse, de quién podría decepcionarse con nosotros al vernos en ciertos estados de éxtasis o hipnóticos que, repito, consideramos enfermizos desde nuestra ignorancia.
Yo evidentemente soy más de la 2ª actitud, necesito experimentar a fondo una cosa, y no superficialmente o a medias, si quiero opinar de ellao decidir si me beneficia. Empezó así, aún de noche, la siguiente experiencia. Sigue leyendo
ISKCON Mayapur (Hare Krishna)
25 julio 2016
Hay una interesante evolución de escritos en mi diario sobre las semanas que pasé en Mayapur, tierra sagrada de Nabadwip, distribuida en islas y orillas del impresionante río Ganges, Bengala Occidental, río omnipresente hasta ahora en India para mí. Van desde la circunspección al llegar y no esperarme aquello hasta un reconocimiento profundo, en decenas de hojas, de las enseñanzas que imparte esta sociedad, que son las tradicionales del hinduísmo védico pero con sus matices –Vaishnavas-, pasando por un relato lagrimoso sobre la impresionante y preciosa magia que ocurre cada madrugada en el templo principal.
ISKCON (International society for krishna consciousness) o ‘movimiento hare krishna’ son, para los que ignoramos su verdadera carrera, los Hare Krishnas; la mayor parte de nosotros solo sabe que vienen de India, que visten hermosos atuendos blancos y naranjas y tienen la frente marcada por una preciosa línea dorada, como una lanza, hasta la nariz. Y que van rapados, dan comida y cantan Hare Krishna.
El maha mantra (Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/Hare Rama Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare) es el gran mantra para la liberación. Literalmente significa ‘Oh Dios, te ruego, pónme a tu servicio’. Se considera un atajo para la purificación del alma en la era oscura de Kali Yuga que atravesamos astrológicamente. Cantar el nombre de Dios es la manera de ayudarse en el proceso espiritual al que estamos comprometidos en este plano.
El famoso religioso indio Bhaktivedanta Swami Prabhupada fue el fundador de todo esto, un alma que fue a Occidente, como tantas ojo, a extender un movimiento que me ha marcado en yomelargo. Sigue leyendo
Calcuta y Paramahansa Yoganandaji
10 julio 2016
El gobierno birmano me deniega, a última hora, el permiso de acceso por tierra al inestable estado de Manipur, India, por conflictos armados. Habiéndolo confirmado previamente por un precio regateado para ir yo solo hasta el paso fronterizo de Temu/Moreh (obligaban a contratar un guía), mi desilusión me lleva a hacer un rápido plan B: Calcuta.
Los taxis amarillos, que son coches antiguos de los años 60 (el famoso modelo Hindustan Ambassador) tal vez sean la estampa más notable de la ciudad, junto a los rickshaws. Hoy, los rickshaws son a motor o eléctricos, los llaman TOTOS, pequeños cochecines para 4 personas encajonadas. Pero ahí siguen los clásicos: a pedales, oxidados triciclos que parecen no haber sufrido renovación desde esas fotos que me marcaron de Calcuta en una clase de religión de 2º BUP, cuando el profe nos mostró su historia, o tal vez la de Madre Teresa. Los rickshaws que penetran en el corazón son los carritos, cuyas asas se levantan con las manos y se llevan a pie: hombres escuálidos, viejos, arapientos, de piel muy negra pero pelo y barbita blanca, héroes admirables que tienen fuerzas para tirar cada día de uno por 12 rupias la carrera (18 céntimos).