19 septiembre 2013
«Una cama flotante en un alto de la playa», me dijeron al llegar a Mazunte, y fui directo en su busca, curioso por ver cómo era. Es una de las cosas que recordaré de Mazunte, ésta manera de dormir. Somieres colgados de cuerdas para balancearse en un sueño con sabor a brisa marina, fresco, con mosquitero, y vistas a la playa de Mazunte, probablemente por el mejor precio local. Esto sólo pasa a veces.
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