La ganadora hasta la fecha

20 septiembre 2013

La puesta de sol ganadora en estos, puedo decir hasta hoy, 202 días de viajes, fue allí, en Mazunte.

Scott y Luke se vinieron conmigo. Pararon a verme en este pueblo un par de días, cruzando nuestra ruta de nuevo. Siempre salen buenos momentos, como el de hoy.

Propuse ir a la playa de Mermejita, en el lado oeste de punta cometa, el lugar descrito antes. Caminamos sin esperar nada especial, era tarde y quizás no veríamos mucho… pero estas son las mejores puestas, las que de repente BANG! cambian todo.

Esta playa era absurda, de bonita. Un cachondeo. Arena negra pero dorada, un viento de nuevo matador, formaba capas de arena dorada corriendo sobre la arena negra, y eventualmente, algunas babas de mar -espuma- pasaban también a toda velocidad. Así era el viento.

1-IMG_8890

Estábamos sólos, y nos sorprendió la inmensidad del lugar, queríamos recorrerlo todo, pero acabamos pasando a otra cala y encaramándonos al acantilado, trepando, sin palabras, simplemente saltábamos de aquí a allá como si estuviéramos en una misión. Estaba oscuro, parecía que ya estaba todo dicho, y quizás queríamos ganar altura para tener todo el horizonte bajo control.

Cuando llegué arriba, encontré otro-hombre que estaba en otro-mejor-lugar de este cabo. Pero me acerqué y senté cerca, saludando educado, mis amigos llegando detrás de mí, iniciando así no un ‘tehejodidolapuesta’ sino un ‘vamosafliparlajuntos’.

1-IMG_8893

Todo parecía tranquilo, normal. Pero de repenéte, el sol dió su golpe. Muy jugón, se mantenía disimuladamente oculto por esas nubes estáticas del horizonte que se condensan a una altura constante. A veces ya no lo vuelves a ver, otras lo ves, y vaya que si lo ves.

En un abrir y cerrar de ojos, ZAS, todo se iluminó. La hierba, la tierra bajo mis pies, las piedras, nuestras caras y ojos. La playa de arena negra, su arena dorada, y las rocas. La bruma entrante también, y hasta se iluminó un paisano que había encontrado, en las rocas, su cama natural, con almohada y todo.

Así nos tuvo un rato, observando alrededor, aunque algo hipnotizados con el Sol, que se dejaba mirar a estas alturas.

1-IMG_8909

El hombre que estaba allí con nosotros, abrió la boca para indicarnos que debíamos mirar, también, cómo no, al lado opuesto. Estábamos tan embobados que aún no lo habíamos hecho, pero por detrás, entre roca, hierba, flores y montículos, y nubes con colores progresivos, se dibujaba un arco iris incompleto pero, de nuevo, absurdo. A quién se le ocurre.

Mis amigos se van, quieren luz para volver todo el camino, pues van descalzos, como casi siempre hacemos. Lo siento pero yo me quedo, no porque lleve escarpines, sino porque queda mucho por ver. De hecho el Sol golpeaba de nuevo.

1-IMG_8914

El hombre tardó algo más en irse, pero vi que se volvía de vez en cuando con pena por lo que podría perderse. La última vez me agitó la mano en la distancia como despedida final, y después ya estaba yo, de nuevo, sólo con la magia de la soledad. Que manía. Siempre vuelvo de noche cerrada porque no soy capaz de perderme ni un cachito de luz en la última nube, o porque mola esperar a que salgan las estrellas.

Delante de mí, el sol perdía fuerza lentamente, pero a mi no me molestaba. Sabía que quedaba un rato de ricura, incluso después de la oscuridad. Una vuelta al pueblo lenta y meditativa, aunque ya sabía que aquella puesta de sol, pasara lo que pasase después, ya tenía una medalla de oro.

1-IMG_8921

2 comentarios en “La ganadora hasta la fecha

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *