Ya está bien de la Habana, hay mucho que ver en el país… Pero es difícil separarse de un ambiente y un lugar tan único en el mundo.
Cuándo volveré? Volveré?
Cualquier lugar donde miro me da energías para seguir y me provoca un extraño sentimiento de nostalgia sin haberme ido aún.
Un paseo por Habana Vieja no deja indiferente, y suena tal que así.
Miro cómo los adorables cubanos luchan por pintar de azul cielo una escena que llamaría gris e incierta si no fuera por su sentido del humor…
una paloma cruza ese cielo con esa incertidumbre, sin saber qué camino tomar…
Una mujer dormida me hace pararme a retratarla por su incomparable aspecto, un hombre trabaja duro con uno de esos coches que nunca mueren, y dos mujeres más con sus habanos me hacen reír frente a la bodeguita del medio.
Otro CDR (comité de defensa de la revolución) se asegura de que no hay desertores…
Paso por la estación central, donde veo gente muy pobre que viaja en malas condiciones a sus pueblos, y donde mis oídos escuchan los curiosos avisos.
Y me voy a ver la puesta de sol al mismo Morro, un viejo fuerte de defensa marina que protagoniza la escena de La Habana desde el mar.
Otra vez, volveré?
Claro que você vai voltar a esse lugar lindo, comigo rs rs rs. Gatão