8 de septiembre
Nuestra siguiente parada (inconcebiblemente para mí, somos una muchedumbre compuesta por los tres entrañables australianos, dos americanos, una inglesa y yo) es un pueblo al sur de Oaxaca muy pacífico e idílico, y muy frío, que se llama San José del Pacífico. La policía no existe y las leyendas cuentan historias sobre la naturaleza y la comunión de las gentes con ella mediante ritos, limpiezas interiores, hierbas, terapias e incluso hongos mágicos.
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