Mindfulness es la traducción inglesa de una palabra molona del Pali: SATI. Todavía estoy buscando una traducción al español perfecta, pero a veces el inglés tiene mejores desinencias o sufijos, para montar palabras. Llamémoslo, de momento, ultra-atención.
Podría ser una actividad, algo que experimentar; con palabras se puede describir mientras recordemos que las palabras son punteros apuntando a objetos simbólicos de la mente, y que mindfulness es pre-simbólico, aunque ahora está pasando en tu mente muy sutilmente en periodos rápidos como para captarlo.
Cuando te das cuenta de algo, hay un instante de pura consciencia antes de que la conceptualices o identifiques, un muy muy corto instante de mindfulness. Mientras enfocas los ojos en un objeto, antes de ‘objetarlo’, etiquetarlo y segregarlo del resto de la existencia, antes de pensar ‘Ah, es un nabo’, esa pura experiencia no-mental, es mindfulness. Es como lo que ves por el rabillo del ojo y no con la visión central enfocada, y procesadora.
Nuestro hábito es procesar la percepción en los 4 pasos descritos anteriormente hasta el ‘shankara’ mismo, la reacción, y lo peor, involucrándonos en una cadena de pensamiento simbólico acerca de ello. ‘Un nabo, cuánto hace que no como un nabo, será bien nutritivo, con qué se cocina un nabo, a Fulanita le molan los nabos, a mí la verdad no’.
Se fue el mindfulness. Con la técnica de Vipassana, introducida por Buda hace 25 siglos, intentamos prolongar ese estado de ultra-atención, introspectivamente, interiormente.
Es una observación sin juicio. No se condena ni se juzga, uno no se sorprende con nada, sino que toma un balanceado interés en las cosas tal como son naturalmente, observando, objetivo, pasivo.
Para observarnos objetivamente hay que aceptar nuestros estados; especialmente los chungos. Para observar una depresión hay que aceptarla, como una irritación o una frustración, etc, lo que sea, se acepta, sin orgullo ni vergüenza, se observa como otra de las cosas que pasan contínuamente.
Mindfulness no se cuelga en lo que percibe: solo lo percibe. Ni agarrarse a lo bueno ni escapar de lo malo: se experimenta sin pensar.
Mindfulness es consciencia del momento presente, aquí y ahora, siempre en la cresta de la ola del tiempo pasante… viendo el flujo de experiencias pasar, pensamientos, sensaciones, emociones, aparecer e irse, impermanentes; es ver el show interior del presente y cómo reaccionamos a él.
Por ejemplo, en la práctica:
Te das cuenta de tu falta de minfulness, lo cual es un resultado de mindfulness, y mindfulness es atención plena, y atención plena es ver las cosas exactamente como son, sin distorsión, ni añade ni quita, ni pega la cola de planes y fantasías en la que solemos sumergirnos. ¿Y cómo son las cosas? Las cosas son exactamente
Anicca (impermanentes), dukkha (insatisfactorias), anatta (sin ego).
Mindfulness es la clave del proceso en la meditación Vipassana, es el objetivo de la meditación y la manera de conseguirlo.
En el fondo de la mente está el mecanismo que acepta y se engancha a las cosas buenas o placeres y rechaza las malas, y que genera estados negativos en nosotros, como codicia o celos. Captan la mente y la atención, en círculos de pensamiento negativo, nos separan de la realidad; con mindfulness evitamos que estos estados se apoderen. Es fácil despistarse y que el apego a lo bueno o la aversión a lo malo lleguen, y con ellos la resistencia a lo que realmente es; no nos damos cuenta de que el cambio está ocurriendo porque estamos demasiado ocupados con un pensamiento de venganza, o de avaricia.
Es complicado mantenerse, pero con la práctica este intervalo se hace cada vez más pequeño, y mantenemos la atención y la conexión con el presente prolongadamente.
La concentración trabaja con mindfulness, pero como herramienta, utiliza la fuerza para mantener la atención en un punto (respiración); mindfulness es sensitivo, no se fuerza; para ayudar la concentración también escogemos un entorno silencioso y libre de distracciones sonoras o emocionales. Mindfulness no depende de ello, solo se da cuenta de que hay ruido, odio, o pensamientos, no va por fuerza, sino por suavemente dejar ir las cosas y volver a la atención.
Te permite, así, pararte en el crucial momento en el que se generan deseos o aversiones para que puedas ver tu comportamiento egoísta, ver cómo eres realmente, ver cómo sufres con ese mecanismo de desconfort, y finalmente, deshabilitarlo.
Una palabra muy clave es paciencia mientras vemos estas cosas, no hay que frustrarse sino aceptarse como somos, también la aceptación por tanto, es fruto y postre de mindfulness.
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Meditación en la vida: mantener la práctica.
Todos los músicos hacen escalas. Es lo primero que aprenden en piano, y siempre harán escalas, tal vez para calentar los dedos. El pianista más aclamado hace escalas. No pueden dejar que se oxiden.
Todos los jugadores de béisbol batean. Es lo primero que aprenden y siempre harán. En la final empezarán bateando un poco para practicar.
Sentarse a meditar es practicar esas habilidades básicas: el instrumento con el que practicamos es el cuerpo, el aparato sensitivo. El viejo monje del templo sigue sentándose a meditar, pues no puede permitir que se oxide su habilidad, la habilidad que ha de practicar para su concierto, para su final de baseball, para nuestro juego principal: nuestra propia vida.
FIN
Espero que esta aparentemente complicada ciencia llegue a algunos occidentales que busquen y se interesen en ella.
Aparentemente complicada pero desaparentemente sencilla. Abres nuevas puertas que trato de abrir hace tiempo y estos tres posts ayudan. Continúa…
Tres entradas magníficas!!
Alguien me dijo una vez lo que yo te digo ahora: -Es increíble que seas capaz de explicar cosas profundas y complejas utilizando palabras como «mola» o «chungo»-
Me encantas Dani! Lo que haces, lo que piensas, lo que hablas! Yo no quiero ligar contigo ni nada, pero esque a veces te siento como un hermano del alma!
Sigue contándonos!
Jajaja azul, esto es muy bonito de leer, pues seremos hermanos del alma y punto… El ligoteo esta abierto :)
¡Ha llegado hasta Ecuador!
Llevo tiempo, por el máster, estudiando y viviendo el mindfulness, y te cuento que he encontrado pocos artículos que describan tan bien la experiencia. Así que te aplaudo, tu página me encanta! :)