«Chora, Tutu, chora -dizía Ginástico.- É preciso. As pessoas grandes não querem chorar, e fazem mal, porque as lágrimas gelam dentro deles, e o coração fica duro.»
Extracción del libro
‘O menino do dedo verde’
Brasil 2014
«Chora, Tutu, chora -dizía Ginástico.- É preciso. As pessoas grandes não querem chorar, e fazem mal, porque as lágrimas gelam dentro deles, e o coração fica duro.»
Extracción del libro
‘O menino do dedo verde’
Brasil 2014
2 Julio 2014
¿Por qué cuando estoy en una playa desierta, todo es tan maravilloso?
¿Por qué cuando llego a un lugar natural, y es todo para mí, existe la magia?
¿Por qué, cuando se van los únicos presentes en una cachoeira como ésta, todo cobra más sentido y tiene más color?
¿Es que lo quiero todo para mí?
¿Es egoísmo? Ná.
Es la intimidad natural lo que me atrae.
Junio 2014, Brasil sur
No recuerdo la última vez que ví a la Estrella Polar.
La última vez que ví a la Osa mayor fue en la frontera entre Venezuela y Brasil. Estaba completamente invertida y apuntaba a una estrella polar bien sumergida bajo tierra.
Las echo de menos. Son de esas cosas que se echan de menos.
* * *
Hoy, la Cruz del Sur protagoniza mis noches, y aprendo con ganas las nuevas formas de las constelaciones. El nuevo firmamento ya está aquí, es todo mío. Llegué.
* * *
A primeras horas de la noche, tras la puesta de sol, la Cruz aparece recta y bien alta, más cerca del cénit que del horizonte.
* * *
¿Con qué estrellas voy a vivir el resto de mi vida? ¿Con la estrella polar o con la cruz del sur??????
… es tener.
Praia do Sono, RJ, Junio 14
24 Octubre 2014
Cuando llegué al km 512 de aquella carretera me apeé del bus y ví a Iván, junto a un caballo y con un poncho del mismo color.
La imagen de Iván es la de un indio verdadero. Ancho, con ropas de colores de una tribu, brazaletes y pulseras, rasgos ancestrales, largas melenas negras con warkas (trenzas/rastas) y conocimientos de maestro.
Con pocas palabras nos invitó a seguirle en una caminata de dos horas por una llanura impresionante que realzaba más aún sus orígenes. Su figura desapareció entre la lluvia y los dos wooffers que le seguíamos llegamos empapados y congelados un rato después a la casa de la Puna.
A la Puna he llegado para hacer wooffing. Generalmente, mediante wooffing, se visitan granjas orgánicas y ecológicas donde se practica la permacultura (ver también connotación social) y se producen alimentos, aprendiendo como voluntarios. En este caso es diferente: los voluntarios trabajamos construyendo un proyecto de Iván basado en casas de adobe y techo de ichu (paja), lo cual no me motiva menos pese a su dureza. Aunque lo que motiva aquí más es la Puna. Sigue leyendo
5 octubre 2014
Laaaargas sombras se extendían desde los pies de las personas, las ruedas de los autos y los postes cuando me asomé a la ventana del hostal aquella mañana de octubre. Recién salía el sol y yo sonreía en silencio entre ronquidos de otros mochileros y alistaba mi mochila para sacarla del dormitorio: era un día soleado y la noche anterior se durmió en lluvias, amenazando con destruir mi terco plan. Las montañas nevadas de la cordillera blanca se mostrabana enteras y heladitas después de otra fría noche.
Estoy en Huaraz, región de Ancash, en el medio del callejón de Huaylas, un valle largo y frío situado entre la cordillera blanca y la negra, en el corazón de los Andes peruanos. Mi plan es adentrarme en las montañas nevadas pero no con otros turistas en un tour caro y previsible, sino, como viene siendo costumbre, en un contacto más elaborado e íntimo. Para ello, después de hablar con expertos ya tengo un nombre y una ruta para empezar. Me voy a dormir con Huantsán -a partir de ahora Juansin-, cerca de una laguna que baña sus pies glaciares. Es nada más y nada menos que el segundo pico más alto de los Andes Peruanos, con sus 6369 metros. Sigue leyendo
23 Mayo 2014
Brasil es grande. Pero mucho. Tanto como un continente.
Quisiera llegar a Río para la copa del mundo. Después de desembocar en el Atlántico con el Amazonas, me enfrento a un descenso por la costa brasileña hasta Salvador de Bahía.
Una de las ciudades que más interés me despertaban, no me dejó indiferente. Vivía en una casa, por couchsurfing, de un jóven policía encantador que hasta me dejaba cosas para desayunar. Era en una favela lejísimos del centro y cada día me tomaba una hora y media llegar a pasear, y espiar la belleza brasileña de una ciudad que está llena de negros y mulatos de origen africano y que le dan toda la fuerza de su increíble raza, tradición y costumbres. El Brasil africano: la ciudad con mayor población negra del mundo fuera de África, el 80%.
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