Me he tomado antes un Kinder Bueno que es el primero en unos 10 meses, y tenía tanto placer en la boca que me dolía y no lo entendía. Se me emborronaron los ojos. Estaba en un lugar espectacular, con vistas a Río, al que subí caminando, junto al Pão de Açucar.
Lo había robado en un supermercado ridículamente caro.