24 agosto

No volveré a Playa del Carmen.
Decisión tomada en la ruta por distancia, gasto y ganas de cerrar ya la elipse hacia el sur: Chiapas y Oaxaca.

Pero me quedo con un nudo en la garganta por no volver a ver a los amigos de allí y decir un último adiós. En mi cabeza quedan mil recuerdos de mis dos meses allí, y me vienen los mejores momentos. Se merece al menos un post…

Los dias descalzo dia y noche, las clases de yoga, la meditación -o intentos- en los atardeceres de la playa, los domingos en casa Vane, ir a correr por la playa hasta la madre y volver andando de noche, los tours de Auro, las cenas y comidas ricas en casa y en algún sitio chulo, los vendedores de la Colosio, los zanates, los tucsa, la ceiba de la 30, las tres gatas y otra vez la playa.

Y también cosas de las que tengo imágenes grabadas como…

La llegada

Los cenotes

Las partidas de Risk y mis inesperadas palizas

Las tortugas y manta rayas de Akumal

El día en que el Dodge-nalgona de Juanote el Ché se nos queda sin frenos

Las letras GO! en el doble de Julien

Las iguanas y aves de Contoy e Isla Mujeres

Tulum

Las sesiones de apnea y los mágicos ascensos

La playa detrás de la curva

Mis antes de acostarme en nuestro patio

Playacar

Los desayunos estilo Aurora

y su jeto a través de la máscara.

Me quedo con una sensación de que la gente en Playa es más grande por un comunal despertar de la conciencia, muchos en el entorno que viví, practican con el interior, son medio yoguis, meditan, defienden la naturaleza, evitan los abusos masivos de animales con dietas vegetarianas o veganas, y los abusos sociales esquivando información sospechosa ó no consumiendo productos sospechosos.
Es bueno estar con gente así alrededor.

Me llevo grandes papeles, inomitibles, como un título de Apnea AIDA**, muchas prácticas en los mejores lugares, y también la experiencia de un blackout (lo pongo en inglés para que no se entere mi madre) al llegar a superficie desde la negrura de los 27 metros del cenote de la laguna, que me hizo abrir bien los ojos. Me llevo el título de buzo de rescate PADI para un posible futuro y el de primeros auxilios. Y éstas grandes cosas no son nada comparadas con el tiempo junto a ustedes.

No me canso de decir gracias, fuisteis el mejor comienzo, os lo dedico,

a Julien y Aurora