Hice una ruta por la costa norte de Jamaica pues me dijeron que era menos turístico. Me importaba poco no ver los mejores sitios si en su lugar encontraba gente y experiencias. En Buff Bay también había casas de madera de las que he mencionado. Muchas.
Pero me quedo con ésta puesta de sol que muestra cómo las playas que no son de arena blanca ni transitables, más feas en principio, también son im-perdibles.
También con un sonido que tenía en la guest house, una grillada interesante tras una fortísima luvia, colchoneada por las olas del mar cercano, que podía ver y sentir desde el porche de la casa.
Y finalmente con dos chavales adolescentes que me ofrecieron cobijo en la lluvia y que se mataban porque les pusiera en contacto con chicas blancas.