El cine Jara sí que me transporta en el tiempo.
Cuesta 2 pesos nacionales -NADA- entrar y encima me lo paga un paisano con el que charlo en la cola. Un precio muy social, o comunista, si gustan.
El cine es igual que el Ramos Carrión aquél que teníamos en Zamora. Enooorme, con piso de arriba y de abajo, si se ríe una en la esquina de arriba se oye con eco por toda la enorme sala.
Todos se ríen -es una comedia- y las risas comunales son espectaculares y se contagian a dolor. Es más divertido. Huele un poco a choto y los asientos son con reposabrazos de madera y el muelle de la parte baja ya no levanta la parte baja.
Me quedo a verlo con luz tras los créditos. Merece la pena. Mugrecilla buena. Viva lo antiguo!!
Ps.- La película es ‘Se vende’, de Jorge Perugorría, no está muy allá pero se ve una Cuba que me gustaría que vieran.