Diciembre 2013
Siento si has venido aquí buscando información sobre cuánto cuesta el tuk-tuk de Siem Reap a los templos de Angkor, o sobre cómo preparar tu viaje, dejar el trabajo y todo lo demás, qué meter en la mochila o qué bancos dan tarjetas con buenas condiciones. O si buscabas consejos fronterizos, sobre vacunas o seguros médicos, que no conozco ni uso. Creo que todo eso es arte del viaje de cada uno, y hay muchos blogs que detallan esos pormenores. No me gusta escribir sobre esas cosas…
Tampoco me verán en las fotos. El protagonista no soy yo, los lugares maravillosos saldrán solos, de la mejor manera que sepa retratarlos y como tú los verías. El protagonista eres tú, en primera persona, y así debes sentirte.
Me encantó cuando personas desconocidas se pusieron en contacto conmigo para decirme cuán identificadas se sentían, o cuánto querían escapar. Eso es más de lo que esperé tener con estos escritos, que no fue más que un diario personal, a sabiendas de que aunque parcialmente público ahora, era un diario para mí el día de mañana.
Me retribuye ver cómo se despierta ese instinto y esa revolución en algunos de vosotros, como despertaron en mí cuando sentía que me perdía amores, aventura, gente y risas. Pero si no te sientes así, es porque ya encontraste la felicidad en tu lugar, en tu familia, hijos, y me retribuirás de una segunda manera: viajando conmigo desde tu casa o desde tu trabajo, escapando pero sólo por un rato, disfrutando en primera persona.
Así me revolucioné un poco yo también, con personas y blogs que me despertaron, y me gustará saber que la gente puede disfrutar leyendo las verdades y maravillas que yo veo. Es la principal motivación, porque a veces no sé por qué hago esto, ni si podré seguir haciéndolo si quiero que el viaje sea tan profundo y desligado de lo tecnológico como querré en algún punto.
Así que esta bitácora no es para verme a mí, sino para verte a tí, y lo que quieres de esta vida o, si ya lo tienes, para simplemente observar, a través de mis ojos y mis pasos, la belleza de este planeta, la naturaleza de la que estoy enamorado, pues escribo sobre ella, sobre el resultado de su contemplación como admirador, sobre perderse en sus detalles o en sus leyes más sutiles, en lo que no se mide con fórmulas físicas y despierta un deseo por entender lo incomprendido…
…ah!, y en sus sonidos!