4 septiembre

Unos días de paseo por la agradable y moderna ciudad de Oaxaca, donde disfrutaría de agradables gentes y rincones coloniales preciosos, me hizo sentirla artística y cultural. Calles bien acabadas, catedral e iglesias impolutas, centros artísticos y lindos patios públicos con actividades, todo entre las montañas que ya caracterizan a esta parte de Méjico.

Después me dirigí a conocer al árbol más grande del mundo.
Estaba en Tule, cerca, y mereció la pena llevar a los australianos y a otros amigos.

ÉSte árbol, de nombre común Ahuehuete, de la familia de las odiaceas, llevará milenios aquí y ha sufrido intentos de corte y otras historias. Tiene 58 metros de grosor, que es lo que le da el título, 42 de altura y 14 de diámetro, 816,819 m3 de volumen y 636,107 toneladas. JANS!

Pero los datos técnicos no compiten con mirar a su interior, sus ramas… es como muchos árboles unidos en uno, infinitas escalas de hoja y rama donde dar rienda suelta a la imaginación y acordarse quizás de la palícula de Avatar.

He tenido el detalle de conseguir una foto, al no caber entero en mi cámara, de él con una insignificante persona al lado para que se hagan una idea.

Allí lo dejé, junto a aquella iglesia, demasiado cercana para mi gusto, donde siempre ha estado, y que siga otros dos milenios.

Después de conocer a un colega tan importante en este mundo, y antes de volver, solo podía proponer a mis otros colegas un paseo a las afueras, perdiéndonos en las plantaciones.

Dia rico checked