Cómo empiezo

Buff muchas cosas que decir sueltas, sin tener nada que ver unas con las otras, son lo que tengo en la cabeza ahora mismo. Cómo uno todo, no lo sé. Son muchas anécdotas, buenas muchas, algunas malas.

Se dice que Cuba es realmente otra historia, y realmente, así es. Eso se nota cuando se viene, uno nunca se lo espera, o se imagina otra cosa, se oye que será un shock y se viene preparado, pero es distinto de todo lo demás. Un verdadero viaje en el tiempo: Pero no es difícil creerlo si conocemos su historia: ésto es determinante e imprescindible para empezar, pero es una experiencia realmente intensa si esta historia se hace real o se conoce a fondo desde dentro del país, una vez en él, haciendo un esfuerzo contínuo por leer libros que la gente pueda tener en casa (he dormido siempre con familias), contrastar éstos con las versiones de las personas, especialmente las mayores y si han vivido la Revolución, visitando museos o lugares manchados de sangre que aún está caliente en muchos y un pequeño etcétera.

Una vez que se conoce bien la historia, y no sólo como nos la cuentan fuera, sino como la cuentan dentro, ahí se convierte en una de las historias más grandes jamás contada.


No es el caso de contar aquí de golpe la historia del triunfo del Comunismo en 1959 en un país azotado por el régimen dictatorial de Batista y con ganas de cambiar, ni siquiera el impresionante antes y el decadente después, pero podría dar modestamente algunas anécdotas intensas que ayudan a sentarse en una mesa con Cubanos, imaginariamente, y a empezar a entender, a ponerse en situación. A mí me interesaba desde antes de venir saber lo más posible, para contrastar y para, simplemente, no ser un turista inculto haciendo fotos a caras del Ché sin saber por qué le aman. Sinceramente no recuerdo haber estudiado el conflicto de Cuba en la escuela ni en el instituto en historia contemporánea (corregidme compañeros, lo mío no era la historia moderna), cuando es de las cosas más interesantes que un jóven puede aprender, ya viva con un gobierno comunista ó en una de las mejores democracias progresistas e imperialistas que conozcamos.

Leer algunos libros sobre la Revolución, hablar con gente adulta (los jóvenes de éste mundo yo no sé en qué estamos pensando) y visitar el museo de la Revolución de La Habana me pusieron al día y desde entonces tengo una paciencia infinita cuando me piden y molestan por la calle, y admiro más a cada uno de los paisanos por su paciencia y su esperanza. :)

En Occidente yo creo que invariablemente salimos pensando, por lo que nos llega, que Fidel es un tirano y un dictador más, y bajo muchos puntos de vista actuales, pero siempre occidentales, puede ser que lo sea cuando evaluamos las carencias del pueblo cubano y la estricta manera de gobernar que impuso bajo los principios del Socialismo y que hoy mantiene su hermano Raúl Castro. Así, esperaba ver a gente en contra de Fidel y cansada de él, esperando su defunción o la de su familia como signo de cambio, pero no. Cuba adora a Fidel y nadie me ha dicho (y siempre pregunto por él) nada negativo sobre él (ya, por si lo cuelgan, no: pregunto casi siempre en la intimidad, en sus casas)… al contrario: se dice que es un hombre inteligentísimo, sincero, fuerte y admirable. Si bien, la gente mira de reojo a su alrededor antes de decir ciertas cosas, y baja graciosamente el tono, para controlar quién está escuchando. Cualquiera puede ser miembro de la policía o representante de un CDR (comité de defensa de la revolución) y… ah, quién sabe lo que puede pasar. Aquí te llevan preso por menos de nada.

Hoy Fidel tiene unos 86 años y debe estar muy viejito y pequeño, lo cual en ningún caso se convierte en burla: el respeto es muy alto. Pero cuando nuestra charla se anima, la gente se sincera y empieza a desahogarse. Son conscientes de sus carencias, su pobreza, de lo duro que es seguir creyendo en el comunismo y luchando por él con orgullo cuando la gente a veces no tiene qué llevarse a la boca. De que el sueño que unía a Cuba tan fuertemente de puerta a puerta de vecino en los sesenta está desvaneciéndose con los años, de que la contínua limitación y falta de libertades de expresión que un régimen así conlleva, pesa mucho sobre cada generación, aún con lo admirable que es el seguir intentando demostrar al mundo año tras año que se puede vivir ‘libremente’, con ésta igualdad entre cada cabeza pensante, y que se pueden cambiar las cosas y acabar con la tiranía si el pueblo se une. Pero la gente está contenta, conforme, parece que aún tienen mucho que agradecer y admirar, al menos por ahora. Supongo que sólo los jóvenes que no conocen la historia (he intentado hablar con ellos y no saben qué es el 26 de julio, ó la Sierra Maestra exactamente) ó no la han vivido y no la sienten, serán los que permitan que Cuba acabe llenándose de TV plasma con infinitos canales, internet, coches japoneses y relaciones comerciales con EEUU.

Creo que haré un repaso de historia en próximas entregas para ponerse a la altura de las circunstancias, que es que son muy intensas.

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