El otro día, después de una sesión de Apnea en la laguna, decidí largarme dos días a Punta Allen. La laguna está cerca de Tulum, y Tulum tiene buena conexión con algunos lugares, así que es un buen sitio para arrancar aventuras.
Comencé a hacer hitchike (dedo) donde me dejaron los amigos y casi no pasaban coches pero al cabo de un buen rato apareció una camioneta; aquí, como en EEUU, la camioneta es el vehículo más usado: un 4×4 con carga trasera abierta. Suelen ser coches americanos con motores automáticos de gran potencia, el sonido del 8 cilindros automático por las calles ya es un clásico en mis oídos.
Hala, parriba de un salto, y yo y mi mochila con TODO ya estábamos en marcha, rodeados de sacos de vayaustéasaberqué. Se me hizo corto aunque fue un buen rato… pro fuí bien cómodo… Las vistas motivaban.
En un momento dado, el coche se detuvo y el copiloto salió con un machete clásico de unos 60 cm en la mano. Cuando yo estaba sacando mi navajita para defenderme, ví que había un accidente y estos amables señores iban a recortar la maleza de un lado del camino para permitir el paso de os coches. 8|
Punta Allen es un diminuto pueblo que me encuentro bajando por toda la costa este, la Riviera Maya, del Yucatán. Está en una reserva de la biosfera llamada Sian Ka’an. La Reserva de la Biosfera Sian Ka’an (idioma maya: Puerta del cielo, Lugar donde nace el cielo) es un espacio natural protegido en ésta costa caribeña del estado de Quintana Roo (México). Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987.
Cuando llegué me encontré calles de arena, muchos barcos de pescadores, gente agradable, sonriente, feliz, que no me intimidaba con mirada de sorpresa, sino que me hacía sentir acogido con su indiferencia. Ésto es algo que un viajero agradece mucho. Encontré una laguna ‘negra’ donde ví la puesta de sol, y corrí a buscar un lugar donde bañarme y dormir antes de que llegase la negra noche.
Cuando llega el sol, llega. Merece la pena ver un amanecer, estoy en costa este, y mar y sol sólo están juntos de mañaneo. Y punto, pero puedo buscar una sombra al rato y seguir durmiendo, que pa eso hemos venido. Un amable visitante del pueblo me ofrece un desayuno continental porque se va, y le sobra: pan dulce, zumo y café… no soy yo de café negro, pero éste me lo acabé entero.
Cuando ya me cansé de la horizontal había que moverse y disfrutar de todo… La playa estaba muy sucia y además había muchas algas, así que hice una loca ruta interior y ví, en la laguna, rayas, pájaros desconocidos como de costumbre, y alguna choza bastante interesante… Me perdí entre la maleza y recordé que ésta es zona de jaguares salvajes, cocodrilos y mosquitos insoportables. Así que antes de que oscureciese ya estaba de vuelta!
La mañana del segundo día fue muy especial y reflexiva. Dormí bastante mal debido al viento que se levanta en Punta Allen por las noches y estaba alerta ya al amanecer. Hasta tuve que improvisar una pequeña protección con hojas de palmera en unos troncos vivos que encontré bosque adentro, dispuestos perfectamente para entrelazar las grandes palmas contra el viento… así ganaría algo de cariño pero la verdad es que dormir con fuerte viento rodeado de árboles siempre mosquea porque uno busca el silencio para relajarse y centrarse en los sonidos raros, pero con este escándalo de hojas pallá y pacá todo era mosqueante y cuesta convencer a la mente de que dá todo igual, de que no hay otra que dormirse, y ya, si puede ser. Porfa.
Pero no hay nada mejor (o sí) después de una ‘mala’ noche que un grupo de pelícanos marrones desayunando al amanecer. Se me iban los minutos observando con qué paciencia se clavaban en el agua una y otra vez, con ese pico abierto para agarrar la pieza que habían visto desde el cielo. Calculé que en unas 2 de cada 3 veces tenían éxito. Movían ese buche arriba y abajo sólo cuando estaban seguros de que su presa no se escaparía, y después se la tragaban de golpe. Y en unos segundos, volvían a despegar, a por más. Muy jefes.
En semejante situación, te largas dos días a cualquier rincón y salen amigos por todas partes, y se lía. Sin embargo no me fuí nada contento de Punta Allen. Me fuí algo triste porque todas las playas que ví estaban bastante sucias, y porque después de enamorarme de los pelícanos marrones ocurrió algo curioso… caminando por la playa encontré un nido enorme, como de cigüeña. Por analogía en su tamaño, se me antojó que sería de un pelícano. Lo cierto es que estaba hecho, en quizás una tercera parte, de plásticos. En lo alto de un árbol muerto pero precioso, a unos pasos de las olas… y el árbol, como el nido: rodeado de más y más plástico. La imagen se me grabó en los ojos…
Y estaba en una reserva de la biosfera!!!
En esta foto, se ve que el nido dispone hasta de una cachonda percha azul para el deleite de los polluelos.
En realidad no puedes culpar a nadie, sólo a todos. Probablemente estos plásticos vengan de muy lejos, incluso de otros países a través del mar. Yo sólo podía hacer lo que hago siempre, llevarme más mierda de la que me encuentro, además de la mía. Si lo hago en la Barceloneta, cómo no voy a hacerlo en una reserva de este calibre. Pero pronto me dí cuenta de lo poco que ayudaba con ésto: es que había mucha, pero mucha mierda!
…Y pensando en ésto volvía a mi campamento y, después de desayunar continentalmente, me despedía de él, pues tenía un largo camino de vuelta y algún coche que enganchar.
De viaje recordé un post que escribí en mi blog personal, que tiene muucho que ver con la historia de los pelícanos y su nido: no os perdáis el vídeo (y pensad): Midway
que no me ,ni hablar ,ni lo sueñes ,de tristezas porque la tristeza que te produjo ver todos esos plasticos te hizo escribir sobre ello y hacernos reflexionar a todos los que seguimos tu aventura y estamos tan lejos de ella sobre las consecuencias terribles de generar tanta basura y no ser mucho mas estrictos con el reciclaje . Te prometo tener mucho mas cuidadito .
espero con ansia tu proximo post .Buenas noches
Punta Allenígena, Lástima que ocurra eso en un lugar aparentemente paradisíaco. Mondo cane…
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Cuídate
Grande, familia!
Muy bueno, y buenísimo el vídeo del zeitgeist, ahí, levantando a las masas. Gracias por compartir aún cuando no estás durmiendo bien y te notas más cansado sigues compartiéndote con el mundo.
Ánimo
yo lo vi, yo lo vivi como tu, tanta belleza y tan sucia. q sin sentido.
Cierto Quique! Que sin sentido! Gracias. :)